Hemos hecho “fiesta” un día.
Como no queremos faltar a la cita casi diaria y, como estamos haciendo cosas que no se aprecian en fotografía, vamos a enseñar la evolución de una puerta.
El primer corte de la puerta.
La puerta y el ventanal al exterior.
El ventanal sin cristales, sin escalera, sin nada (desde la puerta)
La puerta da al dormitorio de la planta baja.
Donde se ve una mesa, ahora es un baño.
Otra vez la puerta sin nada.
La puerta toma otro aire.
Casi, casi.
Solo falta el marco y la “Jodía” puerta.
Ya sñe que la historia de la puerta es como poco, surrealista.
Prometo que no nos hemos chutado nada, simplemente lo que estamos haciendo en este momento no tiene gracia fotográfica.
Mañana viene una TV. Igual podemos poner algo en movimiento y posiblemente se nos vea casi aseados… pero no es seguro.
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